La isla de Mallorca está llena de historia, basada en hechos y, muy probablemente, otros muchos, en ficción. Muchas de estas misteriosas leyendas tienen como tema a los dragones. Sigue leyendo (si te atreves)
Sa Dragonera
Una antigua leyenda dice que una horda de dragones protegió una vez la isla de Mallorca. Expulsadas de tierras más frías, estas criaturas buscaron climas más cálidos y no encontraron mejor lugar para vivir que la isla mediterránea de Mallorca. Como bestias ovíparas, sus crías sin eclosionar fueron depositadas en los mares, protegidas por un singular y valiente dragón. Cuando eclosionaron, los dragones bebés nadaron hacia lugares aún más cálidos, dejando al único protector solitario, que se dice que formó la isla de Sa Dragonera. Situada frente a la costa de Sant Elm y Port d’Andratx, Sa Dragonera es una pequeña isla de unos 3 kilómetros de longitud, que se puede visitar en barco. Hay un Parque Natural, una reserva natural protegida con una flora y fauna diversas, que incluye una versión mucho más pequeña del famoso dragón: el lagarto balear.
La leyenda del dragón de ‘na Coca’
No es ningún secreto que a los mallorquines les encanta la fiesta y Sant Sebastià, en honor al patrón de Palma, no es una excepción. Cada febrero, durante un desfile, fuegos artificiales y demonios terroríficos (demonis), un gran cocodrilo es llevado por las calles respirando fuego peligrosamente cerca de la multitud emocionada. Esto representa al dragón Na Coca que supuestamente vivió en las alcantarillas de la ciudad en el siglo XVII. Por la noche, salía a hurtadillas para alimentarse de cualquiera que se cruzara en su camino y los lugareños estaban petrificados por este monstruo escamoso. Pero como en muchas historias antiguas, había un héroe y su nombre era Bartomeu Coc, un valiente caballero. Una noche, mientras caminaba por las calles, se enfrentó al enorme y sanguinario Drac de na Coca. ¡El caballero mató al dragón! Todos vivieron felices para siempre. Excepto que, al amanecer, se reveló que no era un dragón, sino un cocodrilo, que está embalsamado en el Museo Diocesano.
Las cuevas del Drach
A una hora al este de Palma, Porto Cristo alberga las imponentes Cuevas del Drach. Viaja 25 metros bajo tierra a un mundo subterráneo de lagos, cuevas y, por supuesto, estalactitas y estalagmitas. Según la leyenda, los piratas que frecuentaban la isla escondían su botín en estas mismas cuevas. Pero, una vez más, un dragón monstruoso (drach en mallorquín) se interpuso en su camino. Se dice que las cuevas estaban custodiadas por este dragón y se cree que gran parte del tesoro aún está escondido en algún lugar de sus oscuras profundidades. Cuando las visites, intenta ver si puedes encontrar algún oro o joyas relucientes.
Estamos deseando verte esta primavera en Ca’n Bonico, bajo el cielo azul de Mallorca. ¡Solo ten cuidado de no cruzarte con alguno de los dragones de las leyendas!