Lo verás por dondequiera que vayas en la isla: decorando cestas mallorquinas, cubriendo almohadas en cafeterías o en cortinas moviéndose con la suave brisa del verano. El tejido tradicional azul y blanco con un zigzag distorsionado es un icono aquí en Mallorca. También lo podrás encontrar de diferentes colores y estampados pero lo que está claro es que ningún otro tejido está más ligado al tapiz de la isla que el ‘ikat’, también conocido como ‘roba de llengües’ o ‘tela de lenguas’.
¿Dónde se produce el ikat en Mallorca?
Hay muchas variaciones de este tejido con distintas calidades. Pero el ikat original, el auténtico tejido hecho a mano, lo fabrica Texits Riera en Lloseta, en el centro de Mallorca.
Desde hace casi 125 años, esta pequeña empresa textil familiar crea este emblemático tejido con motivo geométrico, haciendo honor a los procesos y técnicas artesanales transmitidos de generación en generación.
¿Qué es Teixits Riera?
La tradición familiar comenzó en 1896 cuando Gabriel Riera, el primero de una larga generación de tejedores, abrió un pequeño taller en el pueblo de Biniamar, a los pies de la sierra de Tramuntana. Durante casi cincuenta años, este pequeño taller creó textiles antes de trasladarse a la calle Major, en el pueblo de Lloseta. Desde entonces, el ikat de Teixits Riera se elabora aquí de forma artesanal.
¿De dónde viene el ikat?
Originario de Indonesia, el tejido se hizo popular en Europa en la Ruta de la Seda. Para el siglo XIII, los telares y los procesos asiáticos de fabricación de textiles se habían introducido en Europa. El ikat, que se tiñe antes de tejer, se convirtió en un símbolo de estatus entre las clases altas de Italia y Francia porque la producción manual era costosa y requería mucho tiempo. En Mallorca, el ikat se remonta al siglo XVIII que era demandado por los hogares adinerados. Tras la Segunda Guerra Mundial, su popularidad decayó y ahora Mallorca es el único lugar de Europa donde aún se elabora.
¿Cómo crea Teixits Riera este icónico textil?
Hasta el día de hoy, los artesanos elaboran este producto mediterráneo con respeto, manteniéndose auténtico y fiel a sus orígenes e historia. El proceso de fabricación consta de seis etapas, comenzando con las materias primas (70% algodón y 30% lino) que se encajan en una fileta, un marco. Los hilos pasan por la urdidora, antes de ser agrupados para preparar las ‘reservas’: hilos que se anudan fuertemente y se cubren con plástico para que no penetre el tinte, lo que produce el efecto de flecha con los bordes difuminados del patrón final.
Después de 24 horas, las fibras atadas se tiñen en una marmita y posteriormente, se retira el plástico de reserva y se cuelgan los atados para que se sequen. Luego, los hilos se colocan manualmente en una urdidora y se pasan uno por uno, un proceso lento y minucioso que puede llevar tres días. Una vez listas, las lanas se colocan en un telar donde se tejen los hilos «a la plana», utilizando como trama el lino crudo. La etapa final es el control de calidad: los metros de materiales son revisados y contados antes de salir a la venta.
Texits Riera sigue manteniendo vivo este oficio tan especial y el legado familiar. Ahora el antiguo taller de Lloseta se ha transformado en un espacio para pequeños proyectos colaborativos y para la creación de los productos disponibles en su tienda online. Desde telas por metros hasta cojines y accesorios de cocina. Texits Riera también crea bolsos y alpargatas que son el regalo perfecto, símbolo de la isla de Mallorca.