Mallorca es una isla en la que, afortunadamente, los años de tradición e historia no han pasado en vano. A través de celebraciones y tradiciones que se dan lugar por toda la isla, los siglos de arte y cultura siguen presentes a día de hoy.
La cerámica artesana tiene una larga tradición en Baleares y tiene un proceso artístico único, desde que la pieza no es más que barro líquido hasta que se le aplican los motivos que la transforman en objeto único y se ofrece al público.
Este oficio, que hace más de dos siglos forma parte de la identidad mallorquina, no ha desaparecido y la cerámica de Mallorca es única en su campo, convirtiéndose así en un bien de infinito valor. Cuencos, jarros, platos, bandejas, botes, vasos, floreros, ensaladeras, soperas, cajitas, bomboneras o ceniceros son algunas de las piezas que con un diseño especial conquistan año tras año a mallorquines que buscan decorar su hogar o a visitantes que quieren llevarse un trozo de la isla de vuelta a casa.
La manufactura de las cerámicas es de gran popularidad en la zona de Pórtol, donde se encuentra la fábrica de Terra Cuita, un taller de cerámica que remonta sus orígenes a 1861, año en el que se construyó una zona de tornos y un taller de modelado en un modesto cobertizo de madera. Otra de las zonas de tradición en cerámica es Felanitx, donde se encuentra otra de las fábricas importantes de Mallorca, ‘Ceràmiques Mallorca’.
Pero no se preocupe, porque no tendrá que ir tan lejos para poder ver y comprar estas especiales piezas de cerámica. En el mercado de Santanyí, que tiene lugar cada miércoles y sábado, hay más de un puestecito con una gran variedad de objetos de cerámica de Mallorca.