Ha llegado diciembre. El mes más mágico del año. El mes en el que los niños ilusionados esperan a Papá Noel, el mes en el que nos despedimos de los doce meses que hemos vivido y el mes en el que hacemos cuentas de todo lo positivo y negativo para dar la bienvenida a un nuevo comienzo.
En la isla el invierno en estas fechas se hace presente, pero nos sigue sorprendiendo con más de algunos buenos días de sol, haciendo lucir los colores mediterráneos y transmitiendo una serenidad única.
En estas fechas todos disfrutamos de momentos únicos junto a la familia y amigos y aquí en nuestra isla se viven algunas tradiciones que pensamos les gustaría conocer.
Todo el mes de diciembre en distintos pueblos y ciudades de la isla se celebran mercadillos de Navidad. Con muchísima artesanía mallorquina, actividades para grandes y pequeños y puestos de comida típica tanto de la isla, como el resto de España, estos mercadillos son un imprescindible para todos quienes viven o visitan Mallorca. Entre los más conocidos encontramos el Mercadillo Navideño de Puerto Portals y el Mercado de Navidad del Pueblo Español.
El día de Nochebuena es el momento perfecto para reunirse con la familia para disfrutar de una cena. Los niños se van a dormir para levantarse con ilusión a descubrir qué regalos ha traído Papá Noel la mañana siguiente, día 25.
Una de las particularidades de Mallorca es que el 26 también es fiesta, por lo que las celebraciones no paran hasta haber comido o cenado con todos los miembros de la familia y haber visto a algunos amigos.
Y como las Navidades aquí en España engloban también la llegada de Reyes, el espíritu festivo se extiende hasta el día 6 de enero. La noche anterior, el 5 de enero, los tres Reyes Magos desembarcan en el puerto de Palma y ofrecen un largo desfile para todos los niños que les esperan desde temprano, lleno de carrozas y colores y muchas chuches para los pequeños espectadores. Los regalos de los reyes llegan a casa esa noche y los niños el día 6 por la mañana ¡se dan prisa para ver todo lo que hay!
Ese mismo día es tradicional compartir un roscón de reyes con la familia a la hora de merendar y como forma de ir despidiendo las largas Navidades de las que disfrutamos en Mallorca.