Visitar Mallorca en Semana Santa es una de las mejores épocas para adentrarse de lleno en su cultura. Su atractivo de gran valor tanto cultural como gastronómico hace que se disfrute al 100% de la isla.
Las vacaciones de Semana Santa en Mallorca están marcadas por una serie de procesiones, que no han cambiado durante siglos, reviviendo cada año los mismos trajes y costumbres por las mismas calles.
Las Procesiones y sus festividades
Visualmente atractivas, las procesiones de Semana Santa en Mallorca son grandiosas y mágicas, con figuras encapuchadas que marchan al son de los tambores, largas velas encendidas y con los pasos de cada cofradía a sus hombros con sus representaciones cristianas.
La festividad comienza el último domingo antes de Pascua, el Domingo de Ramos (Diumenge des Ram), cuando Jesús entró en Jerusalén.
Una de las más conmovedoras de todas las procesiones de Semana Santa en Mallorca es la procesión silenciosa (La Processó del Silenci), que suele tener lugar el martes antes de Pascua. El Jueves Santo, (Dijous Sant), último día de la Cuaresma, es el más solemne y religioso de todos los días, seguido del Viernes Santo (Divendres Sant), final de la Cuaresma y comienzo de la celebración.
La gastronomía regional
La importancia de la gastronomía regional va desde los exquisitos rubiols y los crespells hasta las deliciosas panades. Muchos hornos artesanales también aumentan la producción en estas fechas y algunas tienen su propia especialidad que las diferencia de otras.
Los rubiols son unos dulces de Mallorca típicos de la Semana Santa, su masa es dulce y puedes encontrarlos rellenos de confitura, cabello de ángel, requesón o chocolate.
Las panades son pastas de masa sin levadura rellenas de carne, verduras o pescado, aunque las más típicas son las elaboradas con carne de cordero.
Los crespells son galletas de diferentes formas y tamaños que se comen durante todo el año, pero tradicionalmente en Semana Santa, cuando los familiares se reúnen para hacerlas.
Mallorca y su buen tiempo
Las vacaciones de Semana Santa son sin duda la época del año más atractiva para un viaje a Mallorca. Una de las cosas que la hace especial es su espléndido clima. Durante el mes de abril podremos disfrutar de unas temperaturas cálidas, pero no se nota el calor como en verano.
Para esta época del año, empiezan a llegar a la isla ciclistas, deportistas y amantes del aire libre, unos atraídos por las rutas, otros por la calma y la tranquilidad… unos vienen a entrenar, otros a ver aves en sus migraciones al norte de la isla.
De modo que, si estás pensando en venir a Mallorca en estas fiestas, aprovecha que ya estamos abiertos y ven a visitarnos en Hotel Ca’n Bonico.